CINE: Trilogía "El silencio de Dios" de Ingmar Bergman.

 


En esta ocasión, voy a escribir mis análisis y a dar mi opinión, acerca de la llamada trilogía de "El silencio de Dios" del director sueco, Ingmar Bergman, deteniéndome específicamente en cada una de ellas, para así poder explorar con detalles en la intención y el significado de las historias. 



"Såsom i en spegel" es una película del año 1961, escrita y dirigida por Ingmar Bergman, protagonizada por Harriet Andersson, Max von Sydow, Gunnar Björnstrand y Lars Passgård. 

La cinta forma parte de la llamada "Trilogía de la fe" o "Trilogía de el silencio de Dios."

La historia gira en torno a Karin, una mujer con esquizofrenia, la cual luego de salir del psiquiátrico reside en una isla junto a su esposo, su hermano y su padre, quien llega de visita. La película explora el estado psíquico de Karin quien afirma oír la voz de Dios, al tiempo que se presenta el modo en el que viven sus seres queridos al lidiar con una persona cuya realidad es diferente a la de ellos.

En un principio "Såsom i en spegel" parece ser una cinta que representa la manera en que una familia se ve afectada psicológica y emocionalmente al tener un integrante cuyas facultades están en desequilibrio, sin embargo, esta película explora la sensibilidad de la mente, el alma y la incertidumbre de cada uno de los personajes que presenta. 

El film está ambientado en una pequeña isla, la cual sirve como una forma de prisión, donde los individuos se ven atrapados en diferentes medidas, en una realidad difusa que los angustia porque no son capaces de distinguir qué les sucede o qué es verdaderamente auténtico para ellos ¿A qué me refiero con esto? A continuación voy a tratar de explicarlo.

Los tres hombres de esta historia (el padre, el esposo y el hermano) giran en torno a la situación de Karin. La manera en qué la ven, la manera en qué la tratan, la forma en que intentan relacionarse con ella y cuidarla, también les afectan en el modo en el que se ven a si mismos. 

En primer lugar está el padre, el cual es un hombre de mediana edad que toda su vida priorizó su profesión de escritor, evadiendo su matrimonio acabado por una enfermedad probablemente similar a la de Karin, lo cual lo llevó al distanciamiento con sus hijos, como si tratase de evadir la situación. 

Desde el comienza de la cinta, vemos a un hombre que no sabe cómo enfrentar a su familia, no logra mantener una conversación y llora agobiado por la desesperación, la angustia y el acorralamiento. Su trabajo y la dedicación a este, se puede entender como un modo de cubrir la realidad ante la cual está expuesto, como un manto para evitar aquello con lo que no quiere o no se siente preparado para lidiar.

En segundo lugar, está el esposo Martin, interpretado por Max von Sydow. Él es un médico, paciente y cariñoso que vela por la salud y el bienestar de su pareja, a la cual ama de manera ferviente, aunque no logra estar lo suficientemente cerca de ella, porque esta misma no se lo permite. 

Martin es una persona callada pero que observa, siempre está atento, más pendiente de Karin que de si mismo. Consciente de la situación de su esposa, escucha los delirios de la mujer que afirma seguir los mandatos de Dios. 

Este es un personaje, en el que no se explora de manera verbal y explícita qué piensa o qué siente, sabemos que no es una persona creyente, pero nos queda claro por medio de sus acciones, que está al tanto de todo desde un punto de vista médico puramente científico, donde acepta la realidad de Karin sin ser afectado él por esos delirios. Sufre por ella, pero es capaz de entender qué es real y qué no lo es, en la medida que su mente no se ve tergiversada adentrándose en su percepción de los hechos. Él siente, más no experimenta una necesidad de guía divina. 

A diferencia de Martin, quien más padece los efectos de la esquizofrenia de Karin, es Minus, el hermano adolescente reprimido que sufre al no entender qué le sucede a si mismo, ni tampoco encuentra con quién expresar su vacío existencial. 

Él es un joven sensible, que escribe obras teatrales y estudia latín, un chico enérgico que experimenta la incertidumbre y el abandono emotivo de sus padres. Él solo se comunica con Karin, ante la cual no logra expresar de manera explicita qué le sucede, aunque ambos mantienen un vinculo particular influenciado por las acciones que Karin no puede manejar.

Minus es el más afectado de los tres, puesto que su realidad sí logra verse sugestionada por la de su hermana, aportando más incertidumbre a su existencia, sintiéndose todavía más desdichado. Él no sabe quién es, no sabe qué desea, no sabe qué quiere, no logra ver más allá de lo que le rodea y esto mismo es un laberinto que lo mantiene aferrado a una aflicción necesitada de afecto. Minus no tiene una guía, Minus no tiene un rumbo, Minus es quien más está perdido de los hombres y por eso toma como propia la pena de su hermana.

Karin es una mujer que vive entre dos mundos fusionados: La realidad verídica y la creada por su trastorno, lo cual no es capaz de distinguir. Ella, está convencida que escucha la voz de Dios, que le otorga mandatos y la lleva a actuar de determinadas maneras, sin permitirle tener el control sobre su propia vida.

Karin se encuentra completamente impedida de su existencia, no es apta de tratar de manera convencional a las personas que ama. No logra desear a su esposo, no se relaciona de una manera tradicional con su hermano y no puede acercarse a su padre. 

Ella se encuentra expectante ante la supuesta pronta visita de su señor, el cual le habla a través de las paredes, dándole órdenes. 

Esto puedo interpretarlo como una forma de representar la comunicación entre el humano y su creador, y el sentido que tiene en la vida de uno, el contar con una guía que le otorgue un propósito a su existencia. 

Karin actúa según los deseos de su hacedor, esa parte de ella depende de eso, sino ¿Cuál es el propósito? ¿Qué sentido tiene la vida de una persona si no actúa según una dirección concreta? Esto me recuerda particularmente a un fragmento de la biblia que se encuentra en Salmos, el cual dice lo siguiente:

"Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar. Aunque rujan y se encrespen sus aguas, y ante su furia retiemblen los montes." ("Salmos 64, versículos del 1 al 3" - Edición Reina-Valera 2009 (la traducción va a depender de la edición que tengan)). 

Relacionado a lo citado anteriormente, la película expresa la necesidad de un consuelo ante un alma desolada y necesitada de un propósito existencial, frente a el cual no se sabe cómo actuar. 

Más allá del significado relacionado al existencialismo del ser y la divinidad, "Såsom i en spegel" sirve también como una personificación de los efectos de la salud mental en una persona y su entorno. 

También, la relación que Bergman exploró entre el vacío humano y la presencia de Dios, representado a través de una enfermedad mental, me recordó a lo que hizo Herman Melville con "Moby Dick", donde trató el perdón de Dios hacia el ser humano, plasmado por medio del enfrentamiento del hombre ante la naturaleza. 




"Nattvardsgästerna" es una película del año 1963, escrita y dirigida por Ingmar Bergman, protagonizada por Gunnar Björnstrand, Ingrid Thulin y Max von Sydow en los papeles principales.

La historia se centra en Tomas Ericsson, un predicador viudo y solitario el cual duda de su fe, al tiempo que padece la culpa fruto de un vinculo afectivo que mantiene con una mujer devota de la iglesia.

Esta cinta es considerada la segunda de la llamada "Trilogía de el silencio de Dios", "Trilogía de Dios" o "Trilogía de la fe", teniendo como antecesora y predecesora a "Såsom i en spegel" de 1961 y "Tystnaden" de 1963.  

En esta película se vuelve a tocar el tema del vinculo entre el hombre y Dios, pero en el caso de "Nattvardsgästerna" se lo aborda desde la pérdida de la fe, el rencor y el vacío que provoca no tener ningún tipo de emoción y esperanza por la vida.

La cinta comienza con Tomas predicando en una misa, donde se lo ve actuando de manera mecánica y desganada, de esa forma se nos presenta a un hombre que aparenta estar vacío por dentro. Por medio de conversaciones, sabemos que padeció la guerra civil española y la pérdida de su esposa a la cual amaba, sucesos que pusieron a prueba su fe, a tal punto en el que Tomas se halla prácticamente convencido de no creer. 

Él es un hombre al cual le cuesta experimentar sentimientos reales y percibir empatía, aspecto que se pone a prueba cuando una pareja de pescadores recurre a su ayuda, puesto que el joven marido Jonas Persson (interpretado por un excelente Max von Sydow), se encuentra sufriendo una depresión que lo lleva a querer acabar con su vida. 

Tal suceso, genera en el predicador una pena tal que se plantea a si mismo el cómo su falta de cercanía a Dios no le permite ponerse en el lugar o socorrer efectivamente al pobre hombre que parece ya no tener deseos de vivir. 

Un punto de relevancia en el film, es el vinculo afectivo que Tomas Ericsson mantiene con Märta Lundberg, una maestra soltera que asiste a la iglesia de forma regular. Por medio del desarrollo de esta relación, se nos muestra cómo la mujer espera fallidamente ser correspondida en su amor hacia Tomas, el cual con indiferencia asegura constantemente no experimental lo mismo. Él es frio, seco y distante, afirmando ya no ser capaz de experimentar cariño o pasión puesto que ya lo había hecho en el pasado y eso se perdió al morir su esposa.

En este aspecto de la película, ninguno de los dos personajes experimenta la fe, Tomas por su parte se convirtió a la religión por influencia de su padre, y Märta solo permanece allí por él.

Ella espera de manera paciente, pero no recibe respuestas del hombre que ni siquiera es capaz de sentir cariño por si mismo ni logra valorar su vida, y dicho desierto emocional es expresado de manera hiriente hacia la mujer que lo adora, no con la intención de ser cruel, sino como un modo de liberarse mediante palabras de su agonía personal.

Esa pérdida de la creencia fruto del infortunio, se siente como el abandono de Dios a sus hijos ¿Por qué él me hizo esto? ¿Por qué me ha dejado? ¿Por qué estoy a merced del infierno? ¿Qué siento cuando ya no soy capaz de sentir nada? 

Me gustaría resaltar el magnífico trabajo de la actriz Ingrid Thulin como Märta Lundberg, su actuación en esta película es desgarradora, y sirve como una muestra no solo de su talento interpretativo, sino también de la gran habilidad que poseía Ingmar Bergman a la hora de dirigir actrices.

Viendo esta película recordé la frase de una novela escrita por Hanya Yanagihara, títulada "A Little Life" (2015) cuya cita dice "¿Qué precio tiene la vida cuando ya no tiene valor?" y adaptándolo al mensaje de esta cinta...¿Qué valor tiene la vida cuando mi creador me ha dejado? 




"Tystnaden" es una película del año 1963, escrita y dirigida por el realizador sueco Ingmar Bergman, protagonizada por Ingrid Thulin y Gunnel Lindblom. 

La historia sigue a dos hermanas y un niño, que regresando de sus vacaciones, deben detener su viaje por problemas de salud en una de ellas, viéndose obligadas a hospedarse en el hotel de una desconocida ciudad europea. Allí, mientras el caos de la guerra se aproxima afuera, se desata una extraña tensión de odio, rencor y palabras no dichas. 

Esta es la última entrega de la trilogía, dando conclusión a las historias que representan de diversas maneras el vínculo del ser humano con la imagen de la divinidad.

Antes de comenzar, quiero decir que me resulta extraño cómo algunas personas consideran que esta cinta desentona con las dos entregas anteriores, argumentando la falta de congruencia con las historias presentadas en "Såsom i en spegel" "Nattvardsgästerna", puesto que pienso que la presencia de Dios en este film está presente durante todo el desarrollo. 

En la primera, es la necesidad de un Dios como guía que otorga sentido a la existencia, en la segunda es la falta de fe y el abandono del creador ante la miseria, y en esta película se retrata directamente la ausencia de Dios en si mismo, en "Tystnaden" Dios, prácticamente, no existe.

La película se centra en el conflictivo vinculo entre dos hermanas: Anna, una madre soltera que vive de la promiscuidad acostándose con diversos hombres, y Ester, la mayor e intelectual que trabaja como traductora, pero vive presa en un cuerpo enfermo que amenaza con acabarla pronto.

Todo el misticismo de la película se da a través de la relación entre los personajes, especialmente en las interacciones que se conciben por medio de Anna, Ester, Johan (hijo de la menor) e incluso por momentos, el camarero del hotel. En esta cinta se explora la falta de comunicación entre las personas, la tristeza, el vacío sentimental hacia los demás y el nulo entendimiento hacia nosotros y el resto. 

En "Tystnaden" Dios no está presente y esa misma ausencia es la que provoca tal desamparo y desierto en la realidad. La emigración divina, es expuesta desde puntos que integran a los personajes femeninos, por un lado Ester es el alma y Anna es el cuerpo, Ester es la mente y Anna es el instinto.

Ester, la mayor, sobre piensa todo el tiempo, se acongoja, odia pero siente pena por ella y su enfermedad, por su sobrino casi abandonado y por su hermana a la cual adora, pero no puede amar como solía hacerlo. Ester es la voz de la razón atrapada, inhibida que no posee la fuerza para seguir con su vida. Casi presa en una cama, envuelta en un idioma que no logra descifrar, está limitada entre cuatro paredes al tiempo que recurre al alcohol, así Ester se encuentra reprimida e ignorada. 

Por otro lado, Anna, es una mujer sensual que intenta llenar su soledad recurriendo a amantes desconocidos que pasan cortos momentos con ella. Cansada de arrastrar a una hermana casi deshecha, parece agotada, temerosa y llena de rencor.

La falta de diálogo en la película da paso al silencio que evoca el título de la cinta, la ausencia de palabras y las tensiones en diferentes niveles (sexuales, sentimentales, etc...) otorgan la sensación de incomodidad que se genera en ese hotel extraño habitado por seres en decadencia, cuya impresión se asemeja a la de un mal sueño que no termina y que los agobia. El lugar es claustrofóbico y por momentos terrorífico, quizás más parecido al infierno que a un sitio terrenal. 

A nivel técnico la cinta cuenta con un diseño de producción muy bueno, la ambientación en ese hotel, las puertas que se abren, cierran y se mantienen entreabiertas hablan por si solas. 

El manejo de luces y sombras es increíble, por medio de la iluminación y la oscuridad se pueden ver en los personajes su miedo, su rabia e incluso su incertidumbre. Hay varias momentos, donde los rostros se acercan de tal manera que resultan increíblemente bellos, puesto que las imágenes hablan sin la necesidad de un guion. 

Si tuviera que realizar una escala entre las tres películas acorde a mi gusto, las dejaría tal y como fueron lanzadas. Sinceramente, no pienso que "Tystnaden" sea un trabajo menor al de sus antecesoras, de hecho, considero que es muy inteligente en su ejecución, e incluso toma aún más sentido al leer las intenciones de Bergman con respecto a ella. 

Esta es una película que depende mucho de sus actuaciones en aspectos corporales, las dinámicas y los espacios, es una cinta que por medio de las imágenes te cuenta una historia a la perfección, es un film lento que invita a la reflexión y que no recomiendo ver si no es de una sentada (pierde mucho efecto si la detienen por momentos)..

Me siento totalmente encantada con la inteligencia que poseía Ingmar Bergman como realizador, se nota en sus trabajos que era una persona que dedicaba toda su atención a los detalles y que tenía en claridad las cosas y las maneras en las que pretendía expresarlo. 





Comentarios

Entradas más populares de este blog

CINE: "Funny Face" (1957) de Stanley Donen.

LITERATURA: recomendación de "Nadie se salva solo" de Margaret Mazzantini.