CINE: Análisis de "Anora" (2024) de Sean Baker.
"Anora" es una comedia dramática del año 2024, escrita y dirigida por Sean Baker, la cinta fue ganadora de La Palma de Oro en el festival de Cannes, y obtuvo cinco galardones en los premios Óscar, incluyendo el de mejor película. El largometraje, está protagonizada por Mikey Madison, Yura Borisov, Mark Eydelshteyn y Karren Karagulian.
La historia sigue a Ani (Anora), una joven trabajadora sexual de veintitrés años, que reside en Brooklyn. Ella pasa sus noches en un club nocturno, es carismática y segura en su empleo. Un día, entre sus clientes, conoce a un muchacho ruso que la contrata de manera recurrente, hasta casarse impulsivamente con ella, acción que despierta el disgusto de la familia del ahora esposo de Ani, los cuales deciden ir a buscarlos para anular su unión.
El cine de Sean Baker, a lo largo de los años, se ha caracterizado por dar lugar a una parte marginal de la sociedad norteamericana, especialmente al de los trabajadores sexuales, aspecto que aprecio en gran manera, porque un sello que considero muy inteligente en este director es que al centrarse en esto, no cae en la romantización de lo cual presenta, retratando de forma humana, empática y realista a personas juzgadas bajo la mirada social, como lo son las prostitutas, los actores de cine para adultos, los travestis, las personas trans e incluso, los inmigrantes.
En ella, se nos presenta a una mujer que vive de la prostitución y los bailes exóticos. Según la actitud que notamos en la joven, el espectador puede deducir que lleva un largo tiempo dedicándose a esa profesión, debido a su desenvoltura y carisma en los tratos para con sus clientes. Sin embargo, es con la llegada del personaje de Iván, cuando comenzamos a conocer cómo es en su interior.
Al aparecer Iván (interpretado por Mark Eydelshteyn), vemos a un muchacho muy joven, impulsivo y despreocupado por absolutamente todo, no es alguien a quien uno podría lograr tomar como una persona seria, sin embargo, ante los ojos de Ani, él es diferente ¿A qué se debe? Bueno, en un comienzo, ella conecta con él casi de inmediato, tomándose libertades en su desempeño para con él, que normalmente no hacía con otros clientes, acción que nos indica que desde el comienzo, se sintió cómoda y bastante segura a su lado.
Con el correr del desarrollo, vemos cómo ella disfruta con el chico de una manera más relajada, casi reconfortante, ve un lugar allí mientras que él se nota extasiado, pero en su caso, él es así en todo momento y con todas las cosas, vive al extremo porque en todo solo busca el placer y diversión.
A raíz de la propuesta de matrimonio, se nota con más claridad las aspiraciones de ambos. Mientras que Ani rebosa de felicidad ante la idea de ser esposa, vivir en un hogar e incluso fantasear por un momento ante la idea de llevar dentro de los hijos de Iván, él todo lo toma como un juego.
Hay tres aspectos en particular, que creo que resaltan con especial énfasis esto. Dos de ellos se dan antes de que se desatara el caos, y el último ocurre hacia el final.
1) El primero abarca más de un momento, y son los encuentros sexuales entre ambos. Él es brusco y rápido, casi desesperado, mientras que Ani opta por lo lento y el disfrute consciente del momento. Ambas actitudes se relucen cuando ella lo detiene y le aconseja ir con calma para gozar con más tiempo, y otro ocurre cuando ella le pide atención en el sofá, mientras él juega a sus videojuegos. Luego del acto, hay una toma del rostro de nuestra protagonista, la cual da una sonrisa de labios cerrados que denota gracia pero confusión al mismo tiempo, y pienso que esto se debe a que ambos claramente, se encontraban en canales distintos. No lo hacían con la misma intención, y mucho menos, con el mismo sentimiento. Para Ani, ya casados, el sexo pasó a ser un acto de amor y unión, mientras que para Iván, seguía siendo una simple acción de disfrute, igual que al principio.
2) El segundo momento gira en torno a la percepción que uno tenía del otro; en el momento donde los trabajadores del padre de Iván llegan para irrumpir en la casa, Ani aclara con insistencia que ella no es prostituta, y recalca constantemente que están casados, por lo tanto, Iván es su esposo. A pesar del corto lapso que llevan juntos, ella tiene claro que él es su marido y asumió que ese sitió es su hogar, incluso pidiendo que se fueran de “su” casa.
Por su lado, Iván, en el afán de enfurecer a su padre, llama prostituta a Ani, como si estuviese orgulloso de haber hecho algo que avergonzara a su familia. No había respeto mutuo entre ambos, porque no había un amor genuino entre pares, él no la amaba y Ani sí (aunque en realidad, voy a desarrollar la idea del “amor” más adelante).
El momento de quiebre en el matrimonio de ambos, se da cuando él escapa de la casa dejándola atrás, sola en ese lugar y en presencia de tres hombres aparentemente peligrosos. Ellos no estaban juntos realmente. Para Ani eran una pareja, y para Iván solo eran un juego.
Como consecuencia de la huida de Iván, se desarrolla toda una dinámica del gato y el ratón, en la cual Ani se ve obligada a acompañar a estos tres trabajadores, con el fin de hallar al joven y así anular el matrimonio, en contra de la voluntad de ella. No quiero detenerme en todo este asunto, porque me interesa más el significado que todo este cambio supone en la vida de Anora, así que solo mencionaré la presencia de un personaje relevante: Igor.
Igor es un joven ruso, que fue contratado para ese caso en particular. Él se ve atemorizante, pero resulta ser la única persona que mira con respeto y humanidad a nuestra protagonista, así que él es la presencia que acompaña a la mujer durante lo que resta de la historia.
Siento que es importante la inclusión de este personaje, porque en un sitio donde Ani era minimizada, desvalorizada y despreciada, él era el único que podía verla como realmente era, así que supone esa parte compasiva que hacía falta en un clima tan oscuro y tenso.
Siguiendo con Ani, hay un aspecto que la rodea en todo momento, que es la manera en la cual ella se aferraba a la idea de su matrimonio, abrazando la imagen de su nueva vida, incluso acogiendo a la familia de Iván, como suya. Tal insistencia representa la interioridad de su mente y su corazón. Anora, a pesar de mostrarse divertida en su zona laboral, a lo largo de la cinta, deja ver sus deseos de salir de allí y obtener un nuevo comienzo, tener un esposo, un hogar y formar una familia, pero tales sueños, le son constantemente arrebatados mediante palabras y acciones.
Antes de continuar, encontré un paralelismo muy interesante entre esta película y dos novelas del autor inglés Thomas Hardy, "Jude, el obscuro" (1895) y "Tess, la de los d'Urberville" (1891). Las tres son historias de aprendizaje, que muestran el camino de un personaje y todas sus lecciones (positivas o negativas) a lo largo del desarrollo. Allí aprenden o caen en sus realidades, en este caso, me gusta cómo ambas tienen en común, la manera en las cuales las circunstancias arrastran a sus protagonistas a finales inminentemente trágicos o tristes. "Anora" es una película de aprendizaje en su totalidad, al mejor estilo Hardy: ahogado en el pesimismo.
3) El tercer de los tres momentos que había comenzado a desarrollar al comienzo, culmina con una situación que se da en la escena donde deben firmar los papeles que anulan la unión. Cuando la pareja ya separada se despide, Iván (sin perder su aire de niño mimado, impune y despreocupado), le agradece por haber hecho tan divertido su viaje a América, ante la mirada rota de la muchacha.
Acercándonos al desenlace, vemos cómo todo lo sucedido, para Iván resultó ser solo un suceso pasajero y gracioso, su vida seguiría como antes, mientras que para Ani suponía algo de valor absoluto. La disolución traía consigo el hecho de volver a su casa antigua, a su trabajo anterior y a la vida que claramente ella no quería, alejándose de aquellas ideas que había logrado armar en su mente.
La escena final en el auto, es lo que termina por romper la estabilidad de Anora. Preparada para volver nuevamente a la casa que compartía con su hermana, es el momento donde Igor le entrega el anillo que había robado para ella (pese a todo, él seguía siendo el único que hasta ese momento la había respetado y mantenía su dignidad como humano), pero esa misma acción es la que acaba por dejar caer la mente y el espíritu de la joven, en todo lo que estaba sucediendo.
Lo que pasa a continuación, en un comienzo, me dejó desconcertada, pero luego cobró un sentido para mí. Cuando Ani decide acercarse a Igor para mantener intimidad con él, lo sentí como un modo de retribuir todo lo que él había hecho por ella hasta ese momento. Era pagar con su cuerpo todos esos favores, y fue eso lo que provocó que rompiera en llanto, saber que nuevamente sería una moneda de cambio, y que su modo de vivir consistiría otra vez en dar para recibir.
No me había encantado el hecho de que justamente esto sucediera con Igor, pero creo que fue muy correcto, porque solo él iba a ser capaz de poder entenderla y darle el espacio para que pudiera desahogarse, puesto que en el momento que ella se quiebra, él la sostiene y le da el lugar que necesitaba para que pudiera descargar su pesar, y es en este momento de complicidad, donde la película termina.
Centrándome en la idea del “amor”, Anora no amaba realmente a Iván, porque no lo conocía. Lo que ella amaba de manera genuina, era la idea que tenía de él y el futuro que podía forjar al estar con el muchacho. El aferrarse a su matrimonio, no era aferrarse al sujeto, era asirse al deseo de la vida que ella deseaba.
Me gusta que Sean Baker, si bien centra parte de su obra en representar a los trabajadores sexuales, no los romantiza en ningún momento. Él brinda el espacio para contar de diversas formas estas vidas, y en el caso de "Anora", nos entrega la imagen de alguien que vive en un círculo del cual desea salir, aunque falla en el intento. Me gusta porque si bien humaniza, no cae en una imagen edulcorada.
Antes de terminar, quiero mencionar que tanto Mikey Madison como Yura Borisov están maravillosos en esta película. Ella es el alma absoluta de esta cinta, y es increíble. La química entre ambos es preciosa, y ayudaron ampliamente a que se pueda sentir el vínculo de soporte que se crea entre Anora e Igor.
Hay dos cosas que personalmente no me encantaron, y son las causas por las cuales bajé un poco mi calificación. La primera se debe más a una cuestión personal, y es que no logré engancharme con la cinta hasta al menos llegados los primeros veinte minutos, y, por otro lado, no soy amante de la realización de ciertos diálogos.
Fuera de estos aspectos negativos, "Anora" es una película dinámica y divertida pero sumamente triste al mismo tiempo.
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