CINE: "Léon Morin, prêtre" (1961) de Jean-Pierre Melville.
"Léon Morin, prêtre" es una película franco-italiana del año 1961, escrita y dirigida por Jean-Pierre Melville, con Enmanuelle Riva y Jean-Paul Belmondo en los papeles principales.
La película sigue a Barny, una madre soltera y viuda que vive sexualmente frustrada, la cual milita para el partido comunista. Un día, tras ingresar a una iglesia, escoge a un sacerdote al azar con la intención de criticar la religión, sin embargo, el joven elegido es Léon Morin, un muchacho inteligente que impresiona a la mujer con sus fuertes convicciones morales.
"Léon Morin, prêtre" es una película que explora temas básicos de las inquietudes humanas, como lo son principalmente el peso de la religión, la existencia de dios, el deseo y la culpa.
La historia toma dos perspectivas. Por un lado, están las de Barny, y por el otro están las de Léon. Ella es una persona movida por sus instintos y él por sus creencias y convicciones morales. Ambos reflexionan, pero lo hacen de distintas maneras. Ella es una persona firme en su ateísmo pero durante el desarrollo y frente a sus constantes encuentros y debates con el sacerdote, se convierte en alguien flexible, sin embargo, Léon no. Él siempre es rígido e impenetrable, está seguro de sus creencias y siempre se muestra genuinamente dispuesto al razonamiento de sus ideas espirituales.
Un aspecto nuclear en esta cinta es el tema de deseo, puesto que Barny es una mujer bisexual que desde el comienzo de la historia, deja en claro su atracción hacia una compañera de trabajo, punto de relevancia que luego le cuenta al sacerdote, quien más adelante se convierte en el objeto de anhelo principal. Este instinto básico es quizás la marca más fuerte del film, ya que es esta la consecuencia de los constantes enfrentamientos casi filosóficos y existenciales entre los protagonistas.
Tocar temas como la religión, Dios o los intereses carnales, de manera tan explicita a nivel guion, pueden ser un arma de doble filo, debido a que se corre el riesgo de hacerlo muy bien o caer en lo obvio y repetitivo con facilidad. Sin embargo, considero que esta película lo trata con muchísima inteligente, puesto que la manera de exponerlo van muy acorde a la construcción de sus personajes, sin resultar pedantes ni reiterativos.
En cuanto a las actuaciones, ambos trabajos me encantaron. Enmanuelle Riva siempre estaba maravillosa en todo lo que hacía, sin embargo, mi preferido en esta película fue Jean-Paul Belmondo, actor del cual apenas estoy conociendo su filmografía, y creo que de las cinco o seis cintas que vi de él, este es hasta la fecha mi personaje y actuación preferida suya. Pero en general, la química de los dos era increíble, donde la tensión se mantenía de manera constante como si se cortara con un cuchillo, sin necesidad de que sucediera absolutamente nada entre ambos.
"Léon Morin, prêtre" es una cinta que me resultó atrapante en todo momento, es ingeniosa, introspectiva y muy sensual. No es una película de acción continua, más bien se trata de un largometraje de ritmo lento, donde las cosas fluyen de manera natural al tiempo que resulta primordial estar al tanto del poder de los diálogos.
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