CINE: "El manantial de la Doncella" (1960) de Ingmar Bergman.
“Y bajo la montaña un gran abismo lleno de hombres que revolotean como pequeñas hormigas....es el pozo del Infierno, que se traga a los asesinos y violadores.” (Fragmento de la película)
“Jungfrukällan” (“El manantial de la doncella” en español) es una película del año 1960, escrita por Ulla Isaksson y dirigida por el realizador sueco Ingmar Bergman. La cinta fue ganadora del premio de la academia a la mejor película extranjera, y es un emblema del cine de “Violación y venganza” subgénero del conocido “Cine de explotación”.
La historia está basada en una balada clásica sueca de la época medieval del siglo XIII, titulada “Per Tyrssons döttrar i vänge”
El argumento gira en torno a una familia de granjeros, los cuales tienen una hija que cada verano, debe realizar una ofrenda al altar de la virgen. En el camino hacia su deber, la joven sufre un violento ataque, que lleva a su familia a tomar venganza por mano propia.
Hace más de un año, comencé a adentrarme de lleno en la filmografía del director Ingmar Bergman, y debo admitir que el noventa y nueve porciento de sus películas me gustaron ampliamente (quizás, la única con la cual no llegué a conectar en absoluto fue la aclamada “Fanny y Alexander”). Luego de dejar de lado durante unas semanas mi viaje por la obra cinematográfica de este cineasta, decidí retomar el trayecto con esta cinta, y no puedo estar más encantada con el resultado.
La película comienza presentando a una familia, compuesta por un padre y una madre (interpretados por un joven Max Von Sydow y la actriz Birgitta Valberg), los cuales viven junto a su única hija, un par de trabajadores y una mujer embarazada a la cual no le tienen demasiado aprecio.
A raíz de la presentación del tema vinculado a la tradición que la muchacha realiza cada año, es que comienza el conflicto central de la cinta: el abuso y asesinato de Karin, a mano de tres hermanos que la engañan hasta ultrajarla. Luego del terrible suceso (presenciado por el personaje de la actriz Gunnel Lindblom), los tres victimarios, llegan al hogar de la familia buscando refugio temporal.
Luego de este suceso, se nos presentan la naturaleza de nuestros personajes. Por un lado, están los padres de la joven, los cuales si bien se muestran como personas de fuerte temperamento, se nos deja en claro el amor y el afecto que sentían hacia su hija. Luego está Karin, la cual siendo joven, ingenua e inocente cae fácilmente en las garras de los pervertidos. También, tenemos a Ingeri, la criada embarazada, embriagada por la ira y la envidia, quien actúa según sus impulsos y los deseos de su propio desprecio. Y finalmente están los tres hermanos, siendo el eje central, los dos mayores (ya que el niño representa la parte consciente y quizás, más humana de estas personas). Los dos perpetradores son expuestos como hombres fríos, astutos y sin remordimientos, casi como animales cazadores.
La película busca representar las diversas caras del ser humano, desde su perspectiva más pura hasta los instintos más básicos, egoístas y crueles.
Para ser un film de los años sesenta, el hecho de que sea tan descriptiva en sus actos violentos, creo que le otorga mayor valor, tanto por la osadía como también por lo bien que envejeció, teniendo en cuenta desde la triste y horrible escena del abuso, como también a los asesinatos vengativos a manos del padre de la joven asesinada.
A este punto, creo que es un poco obvio expresar lo enamorada que estoy del cine de Ingmar Bergman, y considero que me encuentro en el punto donde ya he experimentado casi todas las sensaciones y emociones existentes con sus películas.
En este caso, la tensión, la desesperación, el temor, el enojo, la impotencia y la tristeza estuvieron presentes en mí durante todo el trayecto de la película, y en una de las escenas finales, donde la madre abraza el cadáver de su difunta pequeña, me hizo llorar.
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